Camping Deva Gijón

Estuve el pasado verano del 2009 en el camping de Deva y me gustaría dejar mis impresiones sobre este camping. Acudí a Gijón a hacer turismo y a resolver unos trámites y, pudiendo elegir entre el camping Gijón, en la costa, y el camping de Deva, elegí este segundo porque me pareció que debía ser más tranquilo y cómodo. Del camping de Deva me llamo la atención el entorno agradablemente campestre, lo espacioso del camping, unas instalaciones bastante cuidadas y os abundantes servicios (piscina, supermercado, sala de Internet…). Me sentí contento de pagar un poco más por un camping más cuidado. Luego ya vi algunos defectos, como que en las cabinas de las duchas solo había una percha, haciendo muy difícil colocar la toalla junto con la ropa usada y la ropa limpia para ponerse después (una carencia facilísima de resolver que resulta muy molesta) y la ausencia de un espacio adecuado para cambiarse de ropa pues lo lógico, en un lugar donde la gente se desnuda para ducharse, sería que hubiera una zona con bancos y abundantes perchas donde dejar la ropa y vestirse, o sea, un vestuario. Sin embargo los mayores problemas de este camping llegaron por la noche. En las oficinas del camping había un cartelito que decía que de las 00:00 horas a las 08:00 se debía guardar silencio. Ya al ver el cartelito me pareció que era un horario de descanso bastante corto, los gestores del camping reducían el período de sueño a unas exiguas 8 horas, sin consideración a las familias con niños o a la gente que quiere descansar durante sus vacaciones y dormir más horas que durante los meses de trabajo. Pero lo peor del asunto es que en realidad ni siquiera se respetaban esas ascéticas ocho horas de sueño. Se superó la medianoche y en el camping siguió habiendo tres focos de ruido. Cerca de mi tienda una excursión de chicos catalanes mantenía animadas conversaciones en voz alta, más lejos, en la zona de los bungalows, se escuchaba música a todo volumen y ruido de fiesta, y desde otro punto más distante del camping había un tercer foco de ruido. Al cabo de un buen rato alguien, no se si responsables del camping o un “piquete de usuarios”, se presentó en donde estaban los chicos catalanes y les llamó la atención, con lo que estos dejaron de armar barullo. Sin embargo la fiesta de los bungalows, bastante más molesta, continuó igual de ruidosa. Llamé por teléfono a la recepción del camping y nadie contestó y algunos de los usuarios del camping se levantaron y fueron a quejarse a la recepción pero, o bien no había nadie, o bien no les hicieron ningún caso, por lo que la fiestecita continuó casi hasta el alba. Los festivos sinvergüenzas podían haber hecho la fiesta dentro de su bungalow sin molestar a la gente, pero los muy h******** prefirieron hacer la fiesta al aire libre, sin importarles que las tiendas de campaña no ofrecen ninguna protección contra el ruido. La dirección del camping no hizo nada por hacer cumplir las laxas normas que ellos mismos establecen, quizá porque entienden que los usuarios de los bungalows, al pagar más que los que acampan, tienen derecho a molestar a los campistas. Otra característica del camping de Deva que contribuye al mal descanso nocturno y a que se monten fiestas es la potente iluminación nocturna, que permanece encendida toda la noche. En el camping de Deva han abolido la noche. A la vuelta del viaje, mirando las fotos que mi mujer y yo nos hicimos al día siguiente turisteando cansinamente por Gijón, nos encontramos con que teníamos una pinta horrible, fruto de la noche toledana que nos hicieron pasar en el camping de Deva. En fin, si queréis un camping donde pasar la noche y descansar, el camping de Deva no es una buena elección, pero si buscáis un sitio donde hacer botellón y armar jaleo sin ningún impedimento, no lo dudéis, el camping de Deva es un lugar ideal para hacer botellón.