Camping Covadonga

En una palabra CUTRE. Parcelas pequeñas y los baños están igual que cuando los construyeron, encima hay que subir unos cuantos escalones cada cual de una altura diferente. No es nada recomendable.

sitio bonito, limpio, agradable, pero el recepcionista es un estaador ya que cuando hicimos la reserva nos pidio 55 euros por noche y al llegar alli al coincidir el dia de entrada con la clasica cicloturista nos cobro a 93, al reclamarle se puso de lo mas borde, despota que puede haber, un tio super desagradable que no entiende el principio de que el cliente siempre tiene razon, nos engaño comoa bobos a nosotros y a otra pareja que venia 2 dias despues a los que les vendio la cabaña igual a 55 y luego nos cobro a 95, que como podeis ver en la web esos precios no aparecen ni en el mes mas caro del año (agosto o semana sant) y encima nos trato fatal con una cara como si encima le debiesemos algo, imaginaros para ir a pedirle algo a recpecion o a tomar algo a la cafeteria que por cierto es muy precaria

me gustaría ir del 15/08 al 20/08 y quería saber que tengo que hacer para reservar, dos adultos un bebe y tienda de campaña, gracias.

En julio de 2009 estuve en el Camping de Covadonga y es un camping de aspecto agradable pero con algunos aspectos mejorables. La ergonomía de los cuartos de baño es muy mejorable. No hay agua caliente en los lavabos, por lo que no es posible afeitarse con espuma salvo mediante el engorro de coger agua caliente de las duchas en algún recipiente. En la misma línea mezquina, los rollos de papel higiénico están situados fuera de las cabinas de los retretes, por lo que hay que coger papel higiénico antes de encerrarse en el retrete para hacer la deposición, haciendo una estimación de cuanto papel higiénico te va a hacer falta sin antes conocer la cantidad y las características de humedad y viscosidad del zurullo. Para no arriesgarse a quedarse sin papel con el culo aun sucio, recomiendo a los futuros usuarios del Camping de Covadonga que al coger el papel higiénico hagan una estimación holgadamente al alza de la cantidad de papel higiénico que van a necesitar. Otro defecto en la adaptación de los servicios del Camping de Covadonga a las necesidades de sus usuarios es la falta de un espacio adecuado para desvestirse, vestirse y depositar la ropa (falta de concepto de vestuario). Este problema se agrava por la circunstancia de que dentro de las cabinas de las duchas hay un solo colgador que es el único sitio donde puedes depositar toalla, neceser, ropa usada y ropa limpia mientras te duchas. Os podéis imaginar que es bastante complicado colgar todo eso de un solo colgador. Al ducharme por la mañana en el Camping de Covadonga tuve que aguantar a esas tempranas horas un pestazo a tabacazo proveniente de alguno de los retretes. Muchos fumadores, a consecuencia de su adicción, tienen dificultades para hacer caca sin estimular el movimiento de sus intestinos con una dosis de nicotina, de ahí que muchos entiendan el fumar como una parte imprescindible del cagar y tengan por costumbre hacerlo simultáneamente. En un espacio compartido como los servicios de un camping, estos fumadores estreñidos podrían administrarse su dosis de nicotina fumando antes de entrar en los servicios (o esnifando rapé, o con chicles o parches de nicotina, puestos a respetar al prójimo) pero siempre hay algún asilvestrado que no renuncia a cagar en “el mundo del sabor”, añadiendo un nuevo y poderoso pestazo a los que ya suelen encontrarse en unos servicios. Sería positivo que el camping señalizara en los servicios que ahí, por ley, está prohibido fumar. Otra pega es que las parcelas del camping de Covadonga eran muy estrechas. Por la noche hubo más ruido del bebido. No llegó a los extremos delirantes del camping de Deva pero las veladas nocturnas de algunos de los usuarios del camping duraron más de lo razonable, impidiendo dormir a los demás. Una familia española empezó a encender el fuego para una barbacoa (debajo de las ramas de un arbol para más señas) a las 11 de la noche, por lo que os podeis imaginar a que horas acabaron la cena. Una usuaria del camping que esa noche tenía interés en dormir, exasperada por el ruido, gritó desde su tienda con voz desgarrada por la ira: “¡Callaros de una puta vez, hostia!” La chica tenía toda la razón. Yo pude atenuar los efectos del ruido con unos tapones para oidos pero quien no tenga ese tipo de recursos se traga el ruido sin atenuación. El camping de Covadonga es frecuentado por gente aficionada a la montaña y a los deportes de aire libre y me imagino que a quien se quiere levantar temprano para escalar una montaña o cualquier otra cosa no le vendrá muy bien el jolgorio nocturno del camping. La continuación de actividades ruidosas por la noche estaba propiciada por la existencia de alumbrado que permanecía encendido toda la noche (les sugeriría a los del camping que lo apaguen a las 11, para crear un ambiente de descanso). Este año fue el primero en que he ido a campings españoles, antes solo había estado en campings portugueses, franceses y chilenos, y no se si es casualidad pero el ruido nocturno que he encontrado en campings españoles no lo había encontrado en ningún sitio, esa idea de que los campings son antes un lugar para la fiesta nocturna que para el descanso creo que solo se da aquí.